Ya estoy aquí de nuevo, tras unos meses de parón vuelvo con muchas ganas y más fuerzas que nunca. Algunos conocen los motivos, pero si tu eres de los muchos que no ahora te cuento, pero antes déjame que te de las gracias por seguir visitando mi rinconcito.
¡Gracias, gracias y mil veces gracias!
En estos dos meses los culpables han sido mis vacaciones, las que mi ordenador decidió cogerse por su cuenta (si sabes cómo postear desde el Ipad dímelo, me harías inmensamente feliz) asuntos personales y problemillas de salud.
Los últimos pronto tendrán solución, en breve paso por quirófano y realmente es una pequeña tontería.
A los personales ya les voy poniendo solución, es muy triste ver cómo hay cosas que te quitan el ánimo y las ganas de hacer otras, aunque en cierto modo no es así. Cómo bien me decían mis Pepitas Grillas he sido yo la que se ha dejado caer y yo sola decir pobre de mi. No tener ganas de ver a la gente, de hacer cosas que te gustan e incluso que debes hacer... Seguro que tú también has tenido alguno de estos momentos y sabes de que te hablo.
Pero esos días ya han llegado a su fin, hay cosas (por no decir personas) que dejan de importarme. Ya no les doy cabida en mi mente ni en mi tiempo, ese que me hacían inutilizar y malgastar.
Hay una pregunta que me ha ayudado muchas veces cuando algo me preocupa y es:
¿Tiene solución? Si
Pues entonces de que te preocupas
¿Tiene solución? No
Pues deja de preocuparte
Desde YA me he prometido buscar la satisfacción en acciones a corto plazo, en las que son a largo plazo ilusión y esfuerzo pero no esperar éxito. Preocuparme sólo de mi y mi pequeño circulo. Centrarme sólo en mi trabajo, mis hobbies y en quien de verdad me hace feliz y disfrutar más de esas pequeñas cosas que aveces dejamos pasar, que tenemos en nuestras narices y no les prestamos atención.
Podría decir que los 29 me han regalado una bofetada de realidad. ¡Bendito regalo!
Empieza mi curso, gracias por acompañarme.
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